Francisco: ¡vamos a echarle ganas!
No cabe duda de que el encuentro con las periferias es una de las más grandes motivaciones del Papa Bergoglio, así fue el Encuentro con las familias.
Llegó el esperado encuentro con las familias en Tuxtla Gutiérrez Chiapas. La sede, el estadio de futbol de los Jaguares Víctor Manuel Reina, el cual no han podido usar debido a la preparación para este tan esperado encuentro.
Al Papa Francisco se le veía contento, muy alegre. Antes de este evento presidió la misa en San Cristóbal de las Casas ante decenas de miles de personas, indígenas de diversas zonas de la región Maya. No cabe duda de que el encuentro con las periferias es una de las más grandes motivaciones del Papa Bergoglio.
Con ésta energía Francisco arribó al estadio en donde lo esperaban más de 30 mil personas, miles de familias. El evento muy fresco, el sol que caía sobre el estadio hacía que los colores de los vestidos folclóricos y los arreglos al estadio resaltaran más y la gente buscara cubrirse de los rayos solares.
Después del testimonial de cuatro familias, Francisco comenzó su discurso. Un discurso muy emotivo, que con referencia al evangelio y las sagradas escrituras enriqueció con las experiencias de vida escuchada de las familias.
Agradeciendo el testimonial de la Familias que participaron, tomó una frase que la convirtió en una especie de mantra de la reunión, esa frase que surgió del testimonio de un chico de doce años quien a los cinco años había enfermado de distrofia muscular. Francisco le dijo: “y a vos Manuel gracias por tu testimonio y especialmente gracias por tu ejemplo. Me gustó esa expresión que usaste: «Echarle ganas»”.
“Echarle ganas a la vida, echarle ganas a tu familia, echar ganas entre tus amigos; y nos has echado ganas a nosotros aquí reunidos”, reiterando el agradecimiento a Manuel. Con ésta expresión Francisco nos hizo ver que el “Espíritu Santo nos regala motivos para seguir apostando a la familia, soñando, construyendo, una vida que tenga sabor a hogar y a familia. ¿Le echamos ganas? Así me gusta.”
Dándole una nueva connotación teológica la expresión “echarle ganas”, Francisco dijo que “cuando el Pueblo de Israel sentía que no daba más en el camino por el desierto, el Padre Dios le echó ganas con el maná. Y cuando llegó la plenitud de los tiempos, el Padre Dios le echó ganas a la humanidad para siempre y nos mandó a su Hijo”.
Dios nos mandó a su hijo para alimentarnos de su palabra, hacerla vida y con ello “echarle ganas” dando testimonio, “porque nuestro Padre Dios no sabe hacer otra cosa que querernos y de echarnos ganas y echarnos adelante. No sabe hacer otra cosa, porque su nombre es Amor, su nombre es donación, su nombre es entrega, su nombre es misericordia”.
@fsargomedo
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