Ganó la democracia mexicana
Nuestra democracia está bien fundada en importantes instituciones, siendo una de ellas el Instituto Nacional Electoral.
Resulta por demás significativo que, al iniciar la difusión de los primeros datos preliminares del Programa de Resultados Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral de México, los tres candidatos contendientes, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón hayan salido a reconocer que los resultados no les favorecían. Con ello dieron, de forma tacita, el triunfo al candidato del partido MORENA, Andrés Manuel López Obrador.
Este reconocimiento deja claro que nuestra democracia está bien fundada en importantes instituciones, siendo una de ellas el Instituto Nacional Electoral. Una institución que se funda en tres pilares: el gobierno, su estructura presupuestal y el más importante, la participación ciudadana.
Una estructura electoral que hoy le da el triunfo a un candidato que contendió en dos elecciones anteriores y cuestionó a las instituciones con sus famosos “voto por voto”, “fraude electoral” y la “mafia del poder” al no haberle reconocido una supuesta victoria.
Esto tiene un gran significado, ya que llega al poder un hombre que ha generado muy serias preocupaciones sobre el respeto a la democracia, el respeto a las instituciones y la visión de un México más parecido al pasado que al futuro, un hombre que basó su discurso en la confrontación y en la lucha de clases.
Camino al diálogo, la unidad, la reconciliación y la solidaridad
Sin embargo podemos sentirnos muy orgullosos de esta democracia que hemos construido. Por eso desde la solidez de nuestras instituciones y con profundo amor hacia nuestro país, como sociedad organizada debemos crear contrapesos para construir un México incluyente, que reduzca la pobreza, un mejor lugar para las familias y cada uno de sus integrantes, un México en el que haya un desarrollo económico sostenido y sustentable. Un país diverso que exige diálogo para poder avanzar.
El diálogo se tiene que dar desde la unidad. Hoy más que nunca todos los mexicanos debemos buscar un camino de reconciliación, donde las diferencias se hagan a un lado aprendiendo a tendernos la mano unos a otros. Éste debe ser el gran momento de la solidaridad. La solidaridad que implica ver al otro como otro yo, ponernos en los pies del otro para comprenderlo más que entenderlo.
Por esto podemos hoy felicitar, saludar y abrazar a todos aquellos que de forma libre eligieron esta opción. Aunque no coincidamos con ese programa de gobierno y tengamos serias diferencias, podamos convertirlas en espacio de comunicación, sano debate y construcción de un proyecto verdaderamente incluyente.
Señor Candidato Andrés Manuel López Obrador, estamos claros que no coincidimos con su proyecto, pero también estamos claros que muchos mexicanos votaron por usted de buena voluntad, con esperanza. Por esta razón estamos obligados a tenderle la mano apoyándolo en la construcción de nuestro México con miras al futuro, pero también declaramos que este no es un cheque en blanco, y seremos contundentemente claros en lo que no estemos de acuerdo.
Jamás podremos estar de acuerdo en perder la libertad ni en poner en riesgo nuestra democracia. Por lo demás habrá mucho espacio de diálogo por la unidad de todos los mexicanos.
¡Que viva México!
Fernando Ernesto Sánchez Argomedo
Presidente y Fundador